Beneficios del yoga en la tercera edad

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El yoga se practica desde hace miles de años. Está basado en la búsqueda de los valores superiores de la vida, con independencia del entorno cultural, religioso y material, consigue que tanto el cuerpo como la mente armonicen con la naturaleza.

En la actualidad, esta disciplina, tiene una alta participación y es que, estudios confirman que promueve el bienestar de todo el organismo, además de que se puede practicar con cualquier edad y disfrutar de sus beneficios.

Los cambios demográficos experimentados en los últimos años y el aumento de esperanza de vida han provocado un incremento significativo del peso social de las personas mayores en nuestra sociedad.

Esto requiere un cambio del paradigma sobre el envejecimiento, siendo necesario poner más énfasis en la prevención y la promoción de la salud en las personas mayores.

Yoga para personas mayores ¿es recomendable esta actividad?

El envejecimiento saludable es el proceso de optimizar las oportunidades de salud física, mental y social que permitan a las personas mayores participar activamente en la sociedad sin padecer discriminación y también, de disfrutar de una calidad de vida buena e independiente.

Desde el área de mayores de la Fundación Rey Ardid os proponemos descubrir cuales son los beneficios del yoga en la tercera edad.

Una de las estrategias para conseguirlo es la práctica de actividad física, ya sea como prevención o mantenimiento porque influye de manera positiva.

Dentro de la actividad física para personas mayores, destacamos los beneficios del yoga en la tercera edad.

Beneficios del yoga en personas mayores

Mediante su práctica, nuestro cuerpo desarrolla cualidades que ayudan a obtener una buena salud y un envejecimiento con éxito.

Flexibilidad y tonicidad muscular

Con el paso de los años, el cuerpo pierde flexibilidad, se vuelve rígido y hay una disminución del movimiento. Los huesos se vuelven más frágiles y los músculos pierden tono.

Con la práctica del yoga conseguimos corrección de la postura, aumento de flexibilidad y fortalecimiento de los huesos, lo que previene caídas y lesiones.

Disminución del dolor

En personas mayores es frecuente sufrir dolores crónicos provocados por enfermedades crónicas, además de dolores espontáneos. La columna vertebral es un punto doloroso habitual, debido a que tiende a encorvarse y está asociado a mala postura.

Realizando posturas de yoga se ha demostrado una mejora en la lubricación de las articulaciones y un fortalecimiento de la masa ósea, reduciendo o mejorando el dolor.

Hipertensión

La hipertensión es el factor de riesgo más importante en mayores. Existen factores que de riesgo no modificables que elevan la presión sanguínea como la predisposición genética, pero los factores modificables como la dieta o la actividad física ayudan a reducir la actividad del sistema nervioso, controlando así los niveles de presión arterial.

Sueño

Con la edad aparecen dificultades para conciliar el sueño y que éste sea continuo durante la noche. El insomnio puede ser temporal, pero cuando se vuelve crónico, afecta la salud física y mental.

El yoga ayuda a conciliar el sueño disminuyendo los niveles de estrés, de ansiedad, la tensión muscular relajando todo el cuerpo.

Mejora del equilibrio y la postura

Una de las consecuencias más graves de la disminución del equilibrio en las personas mayores son las caídas, ya que pueden provocar fracturas o lesiones graves.

La práctica de yoga aumenta el equilibrio y de manera secundaria al mejorar la fuerza, la masa muscular y la movilidad. Genera entonces, autonomía en el movimiento, lo que lleva a seguridad y estabilidad física.

Mejora las relaciones

La soledad es uno de los grandes enemigos del bienestar en la gente mayor, pues conlleva a un declive del estado físico y emocional. Salud y bienestar se relacionan íntimamente, por ello promover buenas relaciones sociales será muy beneficioso para sus enfermedades.

El yoga aumenta la seguridad y la autoconfianza, llevando a estados de alegría y felicidad.

Problemas respiratorios

Con los años disminuye la capacidad pulmonar lo que demanda un esfuerzo mayor y un incremento del gasto de energía.

Practicando yoga se puede cambiar el patrón respiratorio consiguiendo respiraciones profundas y completas, induciendo a la relajación.

Aumento del sistema inmune

El envejecimiento se asocia a la disminución de la respuesta inmune.

El yoga proporciona una activación genética que es capaz de transformar las conexiones mentales.

Cómo hacer los ejercicios para obtener todos los beneficios del yoga en la tercera edad

Para el yoga con personas mayores una silla resulta muy práctica ya que proporciona mayor seguridad y comodidad. Es importante que tenga una estructura segura y firme.

De manera adaptada, se consigue que con limitaciones físicas, se practique yoga sin necesidad de hacerlo en el suelo o sobre una esterilla.

También se usan mantas o cojines en la finalización de las sesiones para realizar relajación.

La importancia de realizar series.

En las sesiones de yoga se hace uso de las series que abarcan y ejercitan todo el cuerpo, pero también series las cuales implican grupos de musculatura concretos.

Por un lado, algunos ejemplos básicos como la serie de columna o la serie que se realiza de pie, ejercitan todo el cuerpo.

Por otro lado, se pone en funcionamiento los miembros inferiores en la serie de pelvis-piernas y los miembros superiores y la zona escapular en la serie de cintura escapular.

Contraindicaciones para la práctica del yoga en la tercera edad

Se debe conocer a fondo el cuerpo para no superar los límites propios. Si se sobrepasan, se pueden producir lesiones graves, con recuperaciones largas debido al estado físico de la persona mayor.

Es primordial consultar al médico para informar la práctica de yoga, ya que puede haber enfermedades o lesiones con contraindicación a su práctica. Por ejemplo, las personas mayores con osteoporosis, artrosis o artritis presentan movilidad reducida y pueden llegar a sufrir dolores muy intensos.

Se deben realizar técnicas adaptadas y poco agresivas, posturas suaves y lentas, que poco a poco puedan progresar en otras con mayor dificultad.

“El yoga es la práctica de silenciar la mente” Patanjali.